CARPETA EJECUTIVA DE PRENSA DIARIA

MARTES 28 DE JUNIO DE 2005

OCHO COLUMNAS

 

 

Retiene la PGR a los rescatados 

Trasladan al DF a 44 personas; las investigan por posibles nexos con los delincuentes 

 

Pese a exhorto de IFE, Fox irá a mitin del Ángel

"¿Y qué si hay elecciones al otro día?", dice el presidente

 

Dispondrán bancos de recursos para créditos

Pagos de IPAB darán liquidez a HSBC, Banamex, Bancomer y Banorte

 

Última apuesta de Fox por las reformas

Presidenciables del PRI y del PAN le ofrecieron su respaldo, dice

 

México se anexa a zona de seguridad creada por EU

Firman junto con Canadá 300 medidas en el TLC Plus

 

Los zapatistas, a la lucha política

Concluyó la consulta a las bases del EZLN

 

Cobrar por ver a la Selección, “clasista” 

Está mal; al pagar a Sky convierten al futbol en deporte para adinerados: Poniatowska y Glantz

 

Desafían Fox y López al IFE

Asistirá el presidente a la “marcha triunfal” en el Ángel

 

Tamaulipas: la policía es la que secuestra

Municipales de Nuevo Laredo, ligados a la banda de Los Zeta

 

Desafía Fox al IFE; irá al Ángel

Afirma que no quiere ser retador ni grosero y que pronunciará un discurso de 15 minutos el 2 de julio

 

Sector agrario

 

Ordena el TUA el desalojo con la fuerza pública en un predio en playa Larga. (El Sur (Guerrero), Karina Contreras, p.7A).

 Las dos partes no llegan a un acuerdo. El magistrado Juan Rodolfo Lara determina que esta orden se ejecutará en agosto a favor de Alejo Maldonado  

El magistrado del Tribunal Unitario Agrario (TUA) número 41, Juan Rodolfo Lara Orozco, ordenó para el 26 de agosto, al mediodía, el desalojo con la fuerza pública, en el conflicto de playa Larga, en Zihuatanejo, a favor de Alejo Maldonado a quien se le tienen que restituir seis hectáreas.

La decisión de Lara Orozco se dio luego de que las los ejidatarios representados por el presidente del comisariado de Agua de Correa, Bernando Solís Radilla y Alejo Maldonado en la audiencia de avenimiento no llegaron a los acuerdos para solucionar de manera pacífica el conflicto, que ya tiene más de 13 años, y donde el predio en disputa se asientan una veintena de restaurantes y balnearios.

Luego de una hora de audiencia y sin llegar a los acuerdos necesarios, el magistrado resolvió que el desalojo sea en agosto. Sobre ellos, Solís Radilla dijo que permanecerán en el terreno, y que si llega la fuerza pública no van a responder, pero que no se moverán porque el predio pertenece al ejido, por un decreto presidencia.

Agregó que los que el conflicto que se vive en el punto de playa Larga es grave, por eso buscan que la Secretaría de la Reforma Agraria, el gobierno federal y estatal se encargue de los casos de focos amarillos, para que esa manera ambas partes queden conformes.

Explicó que de llegar a ser considerado como foco amarillo es por que la persona que ganó el juicio se le indemniza, mientras que a la otra parte le da posesión de la tierra. Manifestó que ellos están seguros de que son sus tierras porque así está dentro de la carpeta básica de 1937.

Por su parte, el abogado de Alejo Maldonado Cuevas, Taurino Hernández Vega, indicó que el asunto está resuelto, pues ya no hay ningún recurso legal que ejercitar, debido a que el ejido ya fue escuchado y vencido en el juicio, y precisó que ellos interpusieron los recursos legales conveniente y todos fueron desechados por improcedentes.

Señaló: “la sentencia es firme y no hay otro recurso que la pueda echar abajo, y quiero aclarar que en este asunto nada tiene que ver u opinar la Procuraduría Agraria, pues es únicamente le compete al TUA, a quien una autoridad federal le está exigiendo el cumplimiento de su misma sentencia ejecutoria a través de un amparo del afectado”.

Mientras que el hijo de Alejo, Aquiles Maldonado González expuso que no hay disponibilidad en el ejido de llegar a un arreglo, sino al contrario tratan de enredar las cosas, pues no tienen ni respeto por el TUA, debido a que a la audiencia nada más acudió el presidente, y no fue el secretario y el tesorero.

Aseguró que el conflicto de las 6.2 hectáreas no es con el ejido, pero algunos determinaron meterlos en las tierras de su padre, y luego ellos repartirse, es “como una simbiosis”.

 

Aún no se deslinda a Fox de la compra de “El Tamarindillo”. (Mi Morelia. Com, Yamillete García, p.web)

27 de Junio de 2005

Morelia, Mich., 27 de junio.- Con el fin de aclarar la situación de la compra de 256 hectáreas del predio “el Tamarindillo”, ubicado en la costa michoacana, por parte de Cosme Mares Hernández, presunto prestanombres del Presidente de México Vicente Fox Quesada, la comisión investigadora del Congreso de la Unión requerirá al Secretario y Procurador de la Reforma Agraria Florencio Salazar Adame e Isaías Rivera Hernández, respectivamente para comparecer ante diputados, aseguró la legisladora federal del Partido de la Revolución Democrática, Cristina Portillo Ayala.

En visita a la capital michoacana, la legisladora integrante de la comisión investigadora encargada de aclarar la situación de la compra de la bahía “El Tamarindillo” ubicado en el municipio de Coahuayana, aseguró que el informe que la comisión presentará ante el pleno de los diputados del Congreso de la Unión se encuentra en un 90 por ciento terminado, por lo que la comparecencia de los funcionarios antes mencionados permitirá terminar con la labor de dicha comisión.

Cristina Portillo indicó que hasta el momento el informe no deslinda a la familia FoxSahagún del asunto de la adquisición de la playa “el Tamarindillo”.

Hecho que según la legisladora, ha provocado incluso, que algunas personas hayan irrumpido en su oficina, establecida en la capital michoacana, en donde fueron violentadas chapas y cajones y archivos, por lo que la legisladora aseguró que la “única lectura que le puedo dar es que obedece a intereses relacionados con el tema de ‘El Tamarindillo’ .

Explicó que la mesa directiva del la cámara baja del Congreso de la Unión aprobó la petición de la comisión de llamar a comparecer a Florencio Salazar e Isaías Rivera, ya que debido a que la inconformidad de algunos ejidatarios de vender sus hectáreas, el asunto llegó hasta el Tribunal Agrario, por lo que los funcionarios deberán aclarar la situación.

La diputada perredista afirmó que otro de los obstáculos que no ha permitido finalizar con la investigación, es la intervención de la diputada federal de Acción Nacional, Margarita Chávez, quien ha mostrado un interés de que la comisión investigadora desaparezca, debido a la falta de institucionalidad de los diputados integrantes, por lo que consideró que “sólo demuestra el interés que tiene por que las cosas no se sepan” subrayó.

Finalmente, destacó que pese a las adversidades, a la brevedad posible, el informe será presentado ante la Cámara de diputados para tomar una determinación al respecto.

 

Existe mucho rezago en la actividad catastral. (El Siglo de Durango, p.web).

CD. LERDO, DGO.- César Leonel Plata Adame, titular de la Dirección General de Catastro, refiere que un problema casi a nivel de toda la República Mexicana es que la actividad catastral está muy rezagada, en términos de las bases de datos con que se cuentan.

Señala que esta cuestión se presenta en la mayoría de los municipios de Durango, con excepción de Lerdo, donde recién se llevaron a cabo actualizaciones de esta información. El funcionario estatal visitó la Ciudad Jardín para promover un programa de unificación de bases de datos, para que el Gobierno pueda saber lo que tiene en cada sitio.

El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) fomenta un programa denominado Clave Única del Registro Territorial (CURT). Plata Adame explica que, hablando de las claves catastrales que se tienen en los diversos municipios de Durango, no todas coinciden, pues en algunos lugares tomaron una base para determinarlas y en los demás, otra.

 “No tenemos una clave homogénea con la que podamos compartir información de una manera más dinámica, más ágil y, sobre todo, en línea”, manifiesta.

En cuanto al medio rural, el titular de la Dirección General de Catastro de Durango considera una necesidad actualizar sobre todo la cartografía e indica que el Gobierno del Estado está por firmar un convenio con la Secretaría de la Reforma Agraria por conducto del Registro Agrario Nacional en donde se pueda compartir la información de los predios rústicos.

Plata Adame menciona que este convenio estuvo detenido por más de tres años y recién se llegó al acuerdo, pues anteriormente los diferentes niveles de Gobierno tenían su información y no la compartían entre sí.

 

Detrás del Plan Puebla-Panamá. (ALAI Net, Armando Bartra, p. web)

Contraponer el mundo de arriba con el mundo de abajo, las pesadillas norteñas con los sueños guajiros y la globalidad hegemónica con las tercas utopías tropicales significa cuestionar la nueva colonización agazapada tras megaproyectos como el Plan Puebla-Panamá, a partir de las experiencias autonómicas y autogestionarias desarrolladas en la región

Sur es el planeta profundo. Bautizado y acotado por un norte expansivo y colonizador que de arranque definió el arriba y el abajo del mapamundi, sur es un concepto geográfico pero también simbólico. Una alegoría que enlaza naturaleza pródiga con indigencia social, vegetación opulenta y lujuriosa con humanidad inerte, perezosa, incontinente, bárbara... Que asocia el sol canicular con el ánimo bullicioso, con la liberación de los impulsos reprimidos, con el lado femenino y desfajado, con la imaginación y el sueño, con el inconsciente, con la revolución, con la utopía.

El sur americano, y en particular su amplia franja equinoccial, es el subcontinente rural y campesino, la América de los indios y los negros, la periferia por antonomasia. Pese a que desde hace rato los presidentes de nuestra República sueñan en inglés, el sur todavía empieza en el río Bravo; pero el México equinoccial y Centroamérica son el sur del sur, el subdesarrollo subdesarrollado. Algunos piensan que se trata de un ámbito marginal, un arrabal incómodo y prescindible en un mundo cada vez más norteado y excluyente donde hasta la agricultura que cuenta es primermundista y el grueso del comercio fluye entre países industrializados.

Sin embargo, la presunción de que la cintura del continente es irrelevante para el capital no se sostiene. Además de agroexportadora de cultivos de plantación -el proverbial banano y sus semejantes-, la zona resultó escondrijo de recursos estratégicos: petróleo, gas natural y minerales no metálicos, mantos de valiosa agua subterránea y ríos de alto potencial hidroeléctrico, bosques maderables pero también generadores de los llamados servicios ambientales, potencial pesquero de agua dulce y salada. Y por sobre todo, biodiversidad: profusión de flora, fauna y microorganismos, con frecuencia endémicos, de interés creciente para la pujante ingeniería genética, y de importancia decisiva para el gran capital, dada la progresiva biologización de la actividad productiva. A esto hay que agregar que por naturaleza e historia, Mesoamérica y el Caribe son ámbitos de privilegio para los servicios turísticos. Pero más allá de sus recursos naturales y culturales, por su ubicación geográfica el istmo es insoslayable corredor del ingente comercio que fluye de la Costa Este de Estados Unidos al Pacífico buscando rutas que esquiven los Apalaches y las Rocosas. Por último, subempleada y a la intemperie, la mano de obra mesoamericana resulta muy atractiva a un capital que segmenta los procesos productivos desperdigándolos por todo el planeta.

Si queremos un futuro habitable para Mesoamérica, de arranque necesitamos repensar la relación entre el norte y el sur. El modelo concéntrico del mundo, que concibe el progreso planetario como obra de sucesivas oleadas civilizatorias provenientes de unos cuantos polos metropolitanos, está en crisis. La modernidad que queremos no es la que se difunde desde un centro, como las ondas que provoca en el estanque la caída de una piedra. Proverbial ámbito de descubrimiento y colonización, el sur viene de regreso. Y no se trata sólo del multitudinario éxodo sudaca que fluye a contrapelo de las viejas migraciones, se trata también de la colonización de los imaginarios norteños por la cultura tercermundista, del cerco espiritual a las metrópolis por un sur que exporta paradigmas y utopías como antes exportaba grana cochinilla y maderas preciosas.

Pero tampoco se trata de invertir la metáfora y voltear el mapamundi. El reto de la globalización alternativa es erradicar las hegemonías y el pensamiento único; es concebir y edificar un mundo descentrado o multicéntrico, al modo del estanque acribillado por la lluvia donde se cruzan incontables ondulaciones. Y para transformar la globalidad hegemónica en una red de redes es necesario subvertir ideas rancias. Por ejemplo, la de que así como hay hombres centrales y modernos, otros somos periféricos y anacrónicos, es decir que el mundo se divide en los privilegiados del norte que viven en el presente y los desahuciados del sur que habitamos el pasado; cuando lo cierto es que en el tiempo de la comunicación instantánea y los éxodos planetarios todos somos rigurosamente contemporáneos... En el mundo de la absoluta interioridad o nos salvamos todos o no se salva ni dios. Otra idea a desechar es el socorrido prejuicio de que la economía es dura y la sociedad blanda, de modo que las aspiraciones humanas deben plegarse al inapelable fallo del mercado. Es más, piensan algunos, si el mercado ha de proveer, las aspiraciones humanas salen sobrando. Lo cierto es que en la centuria pasada imperó la desalmada economía, nos toca a nosotros domesticar producción y circulación, haciendo del XXI el siglo de la sociedad.

La América de enmedio

Formada por Panamá, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Belice, y los estados mexicanos de Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Chiapas, Tabasco, Oaxaca, Guerrero, Puebla y Veracruz, la región se extiende sobre 102 millones de hectáreas, donde habitan 64 millones de personas, de las cuales casi la mitad vive en el campo, alrededor de 40% trabaja en la agricultura y 18% es indígena. Pero la más destacable y compartida seña de identidad es que más de 60% de los mesoamericanos son pobres. Miserables en medio de una alucinante riqueza biológica: mil 797 especies de mamíferos, 4 mil 153 de aves, mil 882 de reptiles, 944 de anfibios, mil 132 de peces, 75 mil 861 de plantas, e incontables microorganismos, configuran un opulento corredor biológico en proceso de formalización internacional. Sin embargo, tanto la flora como la fauna son depredadas para la venta ilegal de mamíferos, reptiles y plantas, sobre todo orquídeas. El bosque se pierde aceleradamente: 11 millones de hectáreas entre 1992 y 1996. Deforestación que es particularmente grave en la porción mexicana: en 1960 la selva Lacandona tenía 1.5 millones de hectáreas arboladas y 12 mil habitantes, hoy le quedan 325 mil hectáreas con árboles pero la ocupan 215 mil habitantes. Esta riqueza biológica es posible, entre otras cosas, por la abundancia de agua dulce, que en sí misma es un recurso estratégico.

En lo tocante a la actividad económica extrovertida, si ponemos aparte el petróleo mexicano y la producción industrial en estados como Puebla y en menor medida en Costa Rica, la zona es abrumadoramente agroexportadora. Renglón donde destacan el café, que prácticamente todos los países de ahí producen; el azúcar, que es importante para México, Guatemala, Belice, Honduras y Nicaragua; el plátano, relevante para Costa Rica y México; y la carne, que comercializan Panamá, Costa Rica, Nicaragua y México. Recientemente se han establecido en Mesoamérica vertiginosas plantaciones forestales; México sólo dispone de 60 mil 700 hectáreas de bosques artificiales, mientras que la mayor parte, 256 mil 650, corresponden al resto de los países centroamericanos, particularmente a Costa Rica y Guatemala. Otra actividad importante volcada al exterior es el turismo, pues llegan a la región alrededor de 5 millones de visitantes al año. Sin embargo, la presunta ventaja comparativa de la zona es su maldición, pues en los últimos años han caído los precios de los productos agrícolas tropicales, ocasionando un déficit de 23 mil 600 millones de dólares, apenas compensado por las inversiones extranjeras directas y los créditos.

En cuanto a la economía introvertida, los mesoamericanos somos hombres de maíz. Cultivo ancestral que se practica sobre 5 millones 300 mil hectáreas, donde anualmente se cosechan unos 10 millones de toneladas del grano, que con algo más de medio millón de toneladas de frijol, constituye nuestra dieta básica. Aun así, los pueblos de la América de enmedio viven en vilo, al borde del desastre: cuando no caen los precios del café, el azúcar o el banano, sofocan a la región sequías como la de 1994 o la sacuden huracanes con nombres en inglés como Lily, George y Mitch.

Aunque también entre los mesoamericanos hay clases, y la relación económica entre México y los países de Centroamérica es profundamente asimétrica: por cada dólar en mercancías que las siete economías ístmicas exportan a México, importan bienes de ese país por cuatro dólares. Por otra parte, para México esta relación comercial es poco relevante, pues por cada dólar de exportaciones que envía a los siete vecinos del sur, factura 11 a los dos socios del norte, y en cuanto a las importaciones mexicanas, el porcentaje de origen centroamericano es insignificante. Las economías de los países pobres miran hacia arriba y la articulación entre Mesoamérica y Norteamérica, con México como gozne, confirma la aseveración. Pero si México se mundializa económicamente hacia el norte, socialmente está englobado en el sur.

Conforme nos alejamos de Estados Unidos, aumenta la temperatura, bulle la vegetación, menudean los baches y se encona la pobreza. Un buen indicador de este descenso en los infiernos sociales es el jornal. Un hombre no vale lo mismo en el norte que en el sur. El salario mínimo por hora en Estados Unidos es de 5.15 dólares, mientras que en México es de 35 centavos de dólar, 14 veces menos, aunque en el caso de los sueldos industriales la diferencia es de solamente uno a 10. Pero estas son engañosas medias nacionales, y el sur es sobre todo campo, ámbito donde las remuneraciones son aún más bajas pues 70% de los ocupados gana menos del salario mínimo...

Y si los salarios bajan con la latitud, los trabajadores remontan el continente rumbo al norte. Es la ley del mercado, que no puede ser bloqueada por la cruenta Línea Maginot en que se ha transformado la frontera norte.

Pero aun entre los damnificados del sur hay diferencias. La pobreza está generalizada, pero el sur es más pobre que el norte, el campo más que la ciudad, los indios más que los mestizos, las mujeres más que los hombres y los jóvenes más que los adultos.

La gran marcha al norte dramatiza esta situación, pues México y Centroamérica comparten la condición de expulsores de fuerza de trabajo y generan más de la mitad del total de migrantes indocumentados en Estados Unidos. Así, de cada 100 fuereños sin papeles, 70 son latinos, y de ellos 40 son mexicanos, 10 salvadoreños, cuatro guatemaltecos, dos nicaragüenses y dos hondureños. Ahí sufren vejaciones todos por igual, pero también el curso latino de su éxodo es un infierno. El tratamiento que reciben en nuestro país los migrantes sudacas documenta el verdadero talante de las autoridades mexicanas. Con la diáspora en tránsito, el gobierno de México no actúa como hermano mayor de los centroamericanos, sino como cancerbero de los estadunidenses. Malos modos aparte, en 1995 deportó a 105 mil 932, en 1996 a 110 mil 484, en 1997 a 86 mil 973, en 1998 a 118 mil 786, en 1999 a 131 mil 486, en 2000 a 168 mil 755, y en los primeros meses del 2000 la migra morena envió de regreso a casi 30 mil.

Megaplanes

A Mesoamérica le urge el desarrollo, y si algunos piensan que el PPP es una amenaza otros creen que al mismo tiempo es una oportunidad. En todo caso, si no queremos que el ciclo de la colonización salvaje se repita, debemos asumir que la inversión es necesaria para el desarrollo pero no suficiente, y que atraer capital a como dé lugar, solapando su proclividad depredadora de hombres y recursos naturales, no genera bienestar social sino todo lo contrario. Pero los nuevos promotores de la modernidad no sólo no aprenden de la historia, ahora tratan de sustentar la política de captar ahorro externo a toda costa, con la peregrina teoría de que una cosa es desarrollo económico y otra muy diferente desarrollo social.

Así, Santiago Levy sostiene que respecto de la problemática del sureste hay "dos puntos de vista", el que enfoca "sus condiciones de pobreza y marginación" y el que considera la "producción", y que entre ellos la conexión "dista de ser total", porque si en una región no hay actividades que generen ingreso, la gente se va y con ella emigra la pobreza; por otra parte, generar "polos de desarrollo" en una zona marginada atrae trabajadores calificados de todo el país, pero no emplea satisfactoriamente a los locales. Entonces, dado que "la creación de un polo de desarrollo en una región atrasada no resuelve necesariamente sus problemas de pobreza... el diseño de políticas públicas para el sureste debe separar los objetivos de combate a la pobreza de los de desarrollo regional, debido a que los instrumentos a utilizar en cada caso no son los mismos, al menos en el corto plazo". Más adelante reitera: "... impulsar el desarrollo de Chiapas, y del sureste en general, debe separar los objetivos de combate a la pobreza de los del desarrollo regional..." Y explica: "Para combatir la pobreza se cuenta con los instrumentos de política social... (en cambio el)... diagnóstico presentado... sugiere... que las políticas públicas han reprimido el desarrollo productivo del sureste al anular, en gran medida, sus ventajas comparativas. Por ello, argumentamos que existe un amplio espacio para diseñar una política que libere el potencial productivo de la región".

Las "inversiones en capital humano" ?que en realidad son gasto asistencial focalizado e individualista, como el Progresa del que Levy es inspirador? son los "instrumentos de política social" con que ya "se cuenta"; de modo que ahora lo que falta es promover la inversión desmecatada de capital, sin inútiles y molestas consideraciones societarias.

A esta posición se contraponen los planeamientos del senador priísta Carlos Rojas, que en la exposición de motivos de su Iniciativa del sur, enfocada a Chiapas, Oaxaca y Guerrero, argumenta: "México sigue siendo... ejemplo... de la incapacidad para articular plenamente la política económica y el desarrollo social". Y más adelante dice que "se requiere una estrategia en la que el desarrollo regional sea concebido como un proceso complejo, en contraste con otros enfoques que centran sus acciones en aspectos únicos como la infraestructura o la sola asistencia social". Cuadros destacados del viejo régimen, Rojas y Levy representan las dos tendencias que coexistieron en los últimos años del sistema de partido de Estado: el clientelismo social y la conversión neoliberal de la economía. Conceptualmente Rojas tiene razón cuando propone la integralidad del desarrollo regional y cuestiona los enfoques que separan la promoción de la producción mediante infraestructura, del gasto social asistencialista. El problema es que el hoy senador sigue identificado con la visión clientelar de las políticas públicas, es principal responsable de la incorporación del tristemente famoso apartado B del artículo 2o. de la ley indígena pergeñada por el Senado y recientemente ha defendido la continuidad en Chiapas del Programa de Las Cañadas, del que fue autor, cuando todos cuestionan su carácter contrainsurgente y efectos divisionistas. En cuanto a Levy, resulta sintomático que siendo preclaro representante de las "alimañas, víboras prietas y tepocatas" responsables según Fox del desastre social de las últimas dos décadas, haya sido recuperado, no sólo como director del IMSS, sino como ideólogo de la nueva colonización del sureste. Así, Santiago Levy resulta un brillante tecnócrata de carrera, capaz de servir con prestancia a gobiernos de distinto signo político, con tal de que mantengan las mismas premisas económicas neoliberales.

El documento difundido en marzo de 2001 con que el PPP hace su presentación formal es un claro ejemplo de doble discurso. En el llamado Documento base coexisten dos planteamientos: el desarrollo social paternalista y clientelar, sustentado en programas de servicios y asistencia, y la colonización salvaje con capital trasnacional, propiciada por el Estado mediante garantías, infraestructura y facilidades. El primero se origina en la vertiente populista y pronasolera del viejo régimen, retomada por el foxismo mediante Florencio Salazar, y por el PAN con la alianza de los senadores Carlos Rojas y Diego Fernández en torno a la ley indígena. La segunda proviene también del viejo régimen, pero de la tecnocracia neoliberal, recuperada por el foxismo a través del secretario de Hacienda Francisco Gil y de Levy.

Hemos dicho ya que el núcleo duro de la propuesta es la nueva colonización, pero esto no significa que la faceta de desarrollo contrainsurgente y control social sea una simple cortina de humo. El Documento base del PPP identifica como debilidades de la zona: "Inversión extranjera directa discontinua y con un horizonte de corto plazo, por la percepción de un alto riesgo-región, tanto físico como político". Y como amenazas: "Desigualdad creciente entre pobres y ricos... con el consecuente incremento de tensión social". De ahí la necesidad de una política social de contrainsurgencia y control, que permita manejar la "tensión social" y reduzca el "riesgo" político.

Sin embargo el PPP apuesta centralmente al crecimiento económico extrovertido, con gasto social de contención, y para este crecimiento confía en el capital y en particular en el capital extranjero. Así, el mencionado documento está lleno de promesas al gran dinero. Porque el ahorro externo está muy peleado y es sabido que lo único más asustadizo que un dólar son dos dólares. En cambio, prácticamente no hay una sola referencia al mercado nacional, y fuera de los cuadros estadísticos y una mención en la página 28, no se habla del sector de los pequeños y medianos cultivadores, contingente decisivo en granos básicos pero también en siembras comerciales. Y es en estos énfasis y omisiones donde el documento enseña el cobre.

Ni el gasto público, social y en infraestructura, ni los proyectos con dineros de la banca multilateral, ni las inversiones privadas, son por principio indeseables. Al contrario, deben incrementarse significativamente, pero siempre vinculados con políticas de fomento al sector social de la producción, tanto familiar como asociativo. Y es este sector el que necesita "incentivos", "eliminación de obstáculos", "seguridad, estabilidad y certidumbre" en lo tocante a políticas públicas. Pues la suya es una producción socialmente necesaria, tanto en términos de autosuficiencia alimentaria como de generación de empleo, y por tanto, de soberanía laboral. Es también un sector con experiencias exitosas y propuestas viables: tecnologías sustentables, proyectos integrales de desarrollo, formas de organización económica solidarias y más o menos equitativas.

Menos riguroso que Levy, el responsable del PPP Florencio Salazar insiste en que atraer inversiones es, sin más, sinónimo de bienestar social, y destaca la creación de empleo en dos rubros: maquiladoras y agricultura. Así, el Presupuesto de Egresos para 2001 habla de que en este año se crearán "37 mil empleos bien remunerados" en las maquiladoras del sureste, cifra de por sí poco realista en tiempos de desaceleración de la economía estadounidense y cuando la tasa de crecimiento de la industria del montaje disminuye a la mitad, pero que el responsable ya elevó a 50 mil en declaraciones del 24 de abril. Metas aparte, lo dudoso es que se trate de "empleos bien remunerados", pues las 337 empresas de ese tipo que ya existen en la región ?el 10.3% del total nacional? pagan sueldos 30% menores a los de sus semejantes del centro, y 40% más bajos que las plantas fronterizas. Pero la promesa más discutible es la creación de empleos agropecuarios, pues "... arrendar grandes extensiones de tierras... para establecer una agricultura de plantación... donde se cultiva, en forma tecnificada, un único producto de tipo perenne... por parte de agentes económicos dotados de amplios recursos financieros" (Levy) quizá permita explotar las "ventajas comparativas" regionales, "reprimidas" por las "políticas públicas", pero no generará más y mejor empleo agrícola que el actual.

Contra pesadillas norteadas, sueños guajiros

Algunos dicen que el plan con maña de los megaproyectos del sur es frenar el éxodo a Estados Unidos, mediante corredores transversales sustentados en vías interoceánicas de comunicación y plagados de servicios comerciales y maquiladoras. De ser así, debo reconocer que por fin coincido en algo con esas intenciones. Porque, efectivamente, hay que detener las compulsiones migratorias de los surianos; afán que desgarra tanto familias como culturas y amenaza con vaciar nuestros países. Los viajes ilustran, pero no cuando son el peregrinar de la miseria. De modo que, en efecto, los mesoamericanos deben ser retenidos en sus lugares de origen, pero no interceptados por los corredores maquileros al uso: infiernos sociales cuyas mayores ventajas comparativas son los laxos y soslayables controles ambientales y las luidas y transgredibles regulaciones laborales. Parar la migración económica compulsiva es restaurar la esperanza en un futuro regional habitable. Y en este futuro habrá producción agrícola, agroindustria y servicios; como habrá industria, incluyendo maquiladoras. Lo que no puede haber son condiciones laborales dignas de la Inglaterra del siglo XIX, saqueo de los recursos naturales como en tiempos de las Compañías de Coloniales de Ultramar y trabajo agrícola forzado como el de las plantaciones y monterías del porfiriato.

Si atraer inversión a costa del ecocidio y la ignominia social es inadmisible, también lo es el rechazo por principio a la expansión del capital realmente existente, cuando éste genera las únicas fuentes de trabajo disponibles para muchos mexicanos. Proponer una política de soberanía laboral que nos permita retener a los migrantes con opciones dignas no significa descalificar la migración ni satanizar sus destinos de trabajo; y de la misma manera reivindicar los buenos salarios y las cadenas productivas integradas que nos reportarían un mercado interno dinámico, en vez de una economía donde sólo crece el sector exportador, no significa exorcizar la industria del montaje, y menos cuando es casi la única que está generando empleos adicionales. En la última década del siglo XX nuestra economía creció en promedio al 3% anual, mientras que las exportaciones lo hacían al 15%, lo que significa que el sector de mercado externo, en particular la maquila, ha generado las únicas opciones de ingreso disponibles para los nuevos buscadores de empleo, cuyo número ha crecido más que la población y más que la economía. Los campos de concentración maquilera son un purgatorio, pero sin ellos estaríamos en el infierno del desempleo galopante. La situación laboral es ciertamente insostenible y se impone el viraje hacia un desarrollo más equilibrado y equitativo. Pero, entre tanto, el éxodo económico y la industria del montaje intensiva en mano de obra seguirán siendo destino irrenunciable para numerosos mexicanos y mexicanas de a pie. Sin duda hay que denunciar la migración criminalizada y el régimen carcelario en las fábricas, pero también hay que luchar porque se humanicen estos trances, que para muchos son forzosos. Porque revolución ya no mata reforma, y mientras son peras o son manzanas, el añejo modelo económico se aferra, y las maquileras derrengadas y los indocumentados muertos siguen ahí.

No se trata, pues, de rechazar por principio las inversiones. El problema está en reducirlo todo a la creación de "polos de desarrollo", donde quizá se aprovechen las "ventajas comparativas" en términos de recursos locales, pero que difícilmente responderán a los requerimientos sociales de la región, de modo que la mayor parte de la gente seguirá siendo pobre, marginada y migrante. Y lo será aún más si, con tal de no "reprimir" el "potencial productivo", se propicia la concentración de la tierra vía venta o renta, y las grandes plantaciones celulósicas, huleras, de palma africana o de otro tipo, arrasan con lo que resta de la economía campesina. Estos "polos de desarrollo" serán, entonces, auténticas economías de enclave, arrimadas sin duda al mercado mundial pero de espaldas a la sociedad local. Tiene razón Levy: siguiendo este modelo, con el desarrollo económico del sureste no remite la pobreza social del sureste, al contrario, aumenta.

¿Qué hacer entonces? ¿Tratar de compensar el daño con gasto social asistencialista y focalizado, que al formar "capital humano", en el largo plazo les permita a los locales sobrevivientes aprovechar las "oportunidades" del crecimiento? ¿Oponerse a todo desarrollo económico pues resulta intrínsecamente maligno? Pienso que la salida está en repensar la economía y su estatuto, para que, escapando de la presunta dictadura del mercado, podamos hacer del fomento productivo no un fin en sí mismo sino una palanca del desarrollo social. Y para esto no hace falta negar de manera voluntarista las "ventajas comparativas". Las "señales del mercado" son, sin duda, condicionantes de toda política de fomento que se respete, premisas duras de cualquier estrategia de desarrollo, pero los valores y objetivos del proyecto deberán ser de carácter social. La función del Estado no es ser el croupier que sirve cartas marcadas a los tahúres del gran dinero y la política económica no está para hacerle los mandados al mercado. Necesitamos una economía del sujeto y no del objeto, una economía que se ocupe de necesidades y potencialidades humanas y no sólo de mercancías, una economía moral. Y esta economía ya existe, no en los megaproyectos gubernamentales, pero sí en la lógica de la producción doméstica rural, en la vida comunitaria, en las prácticas de algunas organizaciones campesinas.

Contraponer el mundo de arriba con el mundo de abajo, las pesadillas norteñas con los sueños guajiros, la globalidad hegemónica con las tercas utopías tropicales, significa cuestionar la nueva colonización, agazapada tras megaproyectos como el Plan Puebla-Panamá, a partir de las experiencias autonómicas y autogestionarias desarrolladas en la región. La estrategia fuerte de la alianza social Panamá-México que necesitamos radica en confrontar el modelo globalizador dominante con opciones edificadas por los propios productores. Porque el mentís más categórico a los profetas del libre mercado no son tanto los contraproyectos de escritorio como las alternativas societarias hechas a mano. Alternativas que están en todas partes, pero en el caso mexicano han tenido un despliegue excepcional en el movimiento autonómico indígena y en las organizaciones de los pequeños productores, particularmente los cosechadores de café. Emancipadas del yugo externo y de sus propios demonios, las comunidades indígenas prefiguran formas de convivencia solidarias habitables por todos, y las redes de modestos milperos y huerteros, que a veces se extienden hasta los consumidores primermundistas, son laboratorios de economía moral. En la construcción social de la experiencia, en la invención práctica y colectiva de modelos virtuosos de producción y circulación, es el ámbito donde las ideas neoliberales pueden ser derrotadas, y también donde se está conformando la fuerza social capaz de frenar la globalidad excluyente y construir un orden habitable.

 

Sector agropecuario

 

Propone incrementar la productividad del agro. (El Universal, Guadalupe Hernández, p.web).

Señala el ex secretario de Hacien da que otra salida para el sector es el uso de tecnología.

En opinión de José Ángel Gurría, ex secretario de Hacienda, la salida a la problemática del campo mexicano, incluso en el contexto internacional, está en agotar las posibilidades tecnológicas y aumentar de manera "importante" la productividad.

"Ese es el camino nuestro, consolidar grupos y cultivos, hasta los más tradicionales", manifestó.

Sí, es necesario abandonar cultivos tradicionales hasta encontrar "nuestra vocación" en materia de cultivos, añadió.

Consideró que el país cometería un error si tratara de competir a través de subsidios con economías como Estados Unidos o las de la Unión Europea, porque es una guerra que "necesariamente vamos a perder", por eso hay que llevar al máximo la ventaja competitiva que hasta ahora ha sido clara: el cultivo de hortalizas, flores, frutas, y que de hecho es lo que se está haciendo.

El también ex canciller dijo que el país tiene urgencia de aumentar la productividad porque se trata de una "carrera contra el tiempo y contra el mundo entero, en donde el tema de los subsidios son una presión internacional, pero que pronto habrá de menguar porque los países y regiones tendrán problemas de recursos. La propia UE cada vez enfrentará problemas, sobre todo porque ahora son 25 países y piensan crecer. Entre todos ellos se deben distribuir los recursos.

"Los países donantes cada vez se pelean más el dinero". Hacia allá se perfilan los movimientos, y la ventaja es que se configura un esquema más transparente", dijo.

Aunque aceptó que mientras los procesos duran, "los países que no tenemos capacidad para otorgar subsidios vamos a tener que permanecer en una posición muy militante: exigir que se vayan desmantelando esos subsidios".

Pero, insistió, el camino es consolidar grupos de cultivos, incluidos los más tradicionales, para aumentar la productividad y cuidar algunos temas en donde el país probó que tiene ventajas comparativas. Éstas deben aprovecharse y transformar muchos campos que hoy, por cuestiones de minifundio o por la vocación de la tierra, o lo caro de la infraestructura. Es decir, cambiar si es necesario.

Alertó sobre el fenómeno que está sucediendo en el mundo: el sector agrícola está representando un porcentaje menor dentro de la producción total de las economías, y actividades como los servicios están creciendo en forma acelerada y aunque menos, también lo hace la de manufacturas. "Eso sugiere una alternativa", agregó.

También, destacó, se tienen que agotar las posibilidades tecnológicas para sacar el mayor provecho posible de ellas.

Por otra parte, Gurría consideró que se debe mantener la disciplina macroeconómica porque "no hay de otra. Si de pronto decimos: `Vamos a gastar y a tener un déficit más alto`, los mercados no lo financian, el Congreso no lo aprueba. Es más, se debe empezar por allí... para contar con recursos útiles para la productividad y apoyar a los sectores en lugar de pagar los Cetes".

 

Prensa Estatal

 

CHIAPAS

 

En los Caracoles, normalidad disimulada, listos para lo que sigue, expresan indígenas. (La Jornada, Hermann Bellinghausen, p. web)

Solecito La consulta en las comunidades presagia una nueva etapa del movimiento zapatista

Solecito Crisis en el hospital de campo de Guadalupe Tepeyac; ante ello el gobierno hace mutis

La Realidad, Chis. 27 de junio. Al cumplirse una semana de la alerta roja general del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), los campesinos rebeldes siguen sus días y trabajos expectantes, reservados. Los hombres y mujeres van y vienen, saludan sin detenerse, cargan leña, suben a la milpa, se empapan con los muy tropicales aguaceros. Por lo demás, las familias se recogen en sus casas. El compa que estaba construyendo un dormitorio o un corral, prosigue ayudado por un sobrino o compadre, como es lo habitual. La familia que necesitaba vigas para renovar sus techos baja del monte con los palos.

El pasado fin de semana no hubo transmisiones de Radio Insurgente. Y menos hoy lunes. Eso agranda un poco más el silencio, que se extiende hacia la escuela y las instalaciones de gobierno autónomo, tanto del municipio San Pedro de Michoacán, como el caracol de la región tojolabal y selva fronteriza. Tampoco trabajó el transporte público zapatista. Los vehículos del municipio quedaron estacionados en algunos ranchitos del camino, bajo cobertizos. En la comunidad Rancho Nuevo, el siempre activo camión de carga llamado El Chómpiras está quieto.

La vida es normal, y a la vez no. Los representantes de La Realidad se limitan a decir a los reporteros que no podemos permanecer mucho tiempo en la comunidad y que el caracol Madre de los caracoles del mar de nuestro sueño, no sólo está cerrado por alerta roja, sino inaccesible para los visitantes.

El ambiente es similar en Guadalupe Tepeyac, San José del Río, Chayabes y otras poblaciones del municipio zapatista: una acentuada tranquilidad que cubre sin ocultar el efecto de una alerta roja y el transcurso de una consulta interna que preludia una nueva etapa.

Mientras en los círculos políticos, académicos, oenegeros y periodísticos de San Cristóbal de las Casas lleva días girando una ruleta de especulaciones sobre ''cuándo y qué'', las bases de apoyo zapatistas no revelan ninguna pista. Si aprovecháramos que el gobierno foxista puso de moda el tema de los casinos, aun sin permisos de la Secretaría de Gobernación aquí podrían aceptarse apuestas, en un rango que va desde quienes desdeñosamente no creen ''que pase nada'', hasta los que esperan algo tan grande como su propia fantasía.

Los indígenas sólo dan una señal resumida en el ''aquí vamos a estar esperando a que terminen todas las asambleas de consulta'', que expresa un hombre en San José del Río sentado junto al camino. ''Listos para lo que sigue'', agrega. Horas después sabríamos qué: la sexta declaración de la selva Lacandona.

Historia de dos hospitales

En materia de salud, las regiones indígenas de Chiapas deberían considerarse también en alerta. Ahora y siempre. Pero en estos momentos de expectación resaltan más los contornos del problema.

En Guadalupe Tepeyac, el hospital de campo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atraviesa una crisis que el gobierno no parece dispuesto a resolver: falta de medicamentos y médicos especialistas (cuando menos ginecólogo y pediatra); deterioro del edificio (una parte del techo del área de hospitalización está en peligro de derrumbarse).

El principal servicio que se presta aquí es el de ambulancias para sacar a los enfermos graves a hospitales de verdad en Comitán o Las Margaritas. Y habrá quien diga que peor es nada, al fin que los pacientes son sólo indios, bien buenos para aguantar los condenaos.

Un grupo de preocupados trabajadores del nosocomio conversa informalmente con el enviado. Aseguran que el IMSS se niega a atender sus demandas. Dos veces los ha dejado plantados el doctor Samuel Efrén Orrico Torres, delegado estatal de la institución. Los trabajadores de Guadalupe Tepeyac lo han buscado hasta Tapachula, que es donde atiende el funcionario. Pero no les hace caso. Este martes lo esperan aquí nuevamente. Es la tercera llamada desde mayo. Dudan que llegue.

Dicen contar con el respaldo del secretario general de la sección 14 del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, José Luis Casahonda, y de la dirigencia nacional. Se quejan del trato que les han dado anteriormente algunos reporteros (incluido este enviado): ''No se dan cuenta de que sólo somos parte de una cadena'', se justifica uno.

''Hemos tenido problemas grandes, cualquier día puede suceder una desgracia'', agrega una enfermera. ''Recibimos la presión de los familiares de los enfermos, pero hay muchas cosas que no podemos resolver aquí.''

El hospital, inaugurado por Carlos Salinas en 1993, nació con vocación de símbolo del desarrollo, y devino gran elefante blanco de la selva Lacandona, muestra de la simulación gubernamental durante los últimos 12 años. Tras el levantamiento sirvió de sede a la Cruz Roja Internacional, hasta el 9 de febrero de 1995. De nuevo bajo el IMSS, acompañó la ocupación militar durante seis años, y vió retornar a los pobladores luego de otros tantos años de exilio en la montaña.

Los trabajadores inconformes insisten en que no tienen actualmente conflictos con los tepeyaqueros, quienes no son sus principales usuarios, pero sí sus vecinos. ''Los zapatistas tienen sus propios servicios de salud'', explican.

No lejos, en la comunidad San José del Río, se encuentra la clínica-hospital autónoma para los municipios rebeldes San Pedro de Michoacán, Tierra y Libertad, General Emiliano Zapata y Libertad de los Pueblos Mayas. ''Vivan los pueblos que sufrieron al construir este hospital'', proclama uno de los muros del edificio, donde ya se han formado unos 120 promotores de salud, se han practicado algunas cirugías programadas, y por fin hay un médico de planta.

Cualquier comparación con el hospital del Seguro Social se da en un terreno desigual y resbaloso, como la selva misma. Aquí también el servicio de consulta es permanente, más limitado pero más barato que el institucional. Apenas se inauguró este 4 de junio el puente sobre el río, para dar acceso a la clínica autónoma, construida y equipada con apoyo solidario de colectivos de Italia, Alemania, Suiza, Estados Unidos y México.

Los promotores que trabajan esta mañana informan que hay dos enfermos hospitalizados, pero no permiten nuestro acceso al edificio. Funcionan también la farmacia, el laboratorio clínico y la consulta externa. Cuentan con una sola ambulancia. Ningún trabajador aquí recibe sueldo. Cumplen su cargo comunitario por propia voluntad, y enfrentan sus carencias sin quejarse de ningún patrón, porque la clínica es de todos.

Un curioso mural adorna la sala de espera, casi un portal frente al jardín y el río. En un segundo plano de la escena (el pasado) el ex presidente Carlos Salinas de Gortari y Hernán Cortés cortan con un serrote el tronco de un árbol. Salinas lleva al pecho la banda presidencial, y en la solapa, muy pequeños, los emblemas del PRI, el PAN y el PRD. Cortés, sólo un cuchillo al cinto. En primer plano (el presente), un nuevo árbol crece sobre el muñón derribado, y lo abrazan un insurgente de pasamontañas, un indígena y algunas personas de la sociedad civil.

 

OAXACA

 

Yosotatu, 180 años de lucha por la autonomía. (El Imparcial, Adriana Contreras, p.web).

LA MIXTECA OAXAQUEÑA

El pueblo Mixteco Ñuú-savi o “pueblo de la lluvia”, en lengua mixteca, ocupa un territorio que se encuentra repartido entre los estados de Guerrero, Oaxaca y Puebla; abarcando una superficie aproximada de 40,000 kilómetros cuadrados. Su frontera occidental corre paralela a los límites entre Guerrero y Oaxaca, hasta la altura de Tlapa, después sigue la cuenca del río Atoyac, hasta llegar a Acatlán, en el Estado de Puebla. Al norte sus límites arrancan desde este punto en línea recta hasta conectarse al bajo Valle de Tehuacán, en el mismo estado, sigue la configuración de la Cañada de Telixtlahuaca, en Oaxaca y avanza por los Valles Centrales rumbo a Cuilapan. De ahí varía al sureste, llega a Teojomulco y continúa por los límites del distrito de Juquila hasta la altura de Puerto Escondido, en la costa del Océano Pacífico, cuyo litoral forma su frontera sur.

De acuerdo a su situación geográfica y ecológica, la superficie que ocupa el territorio Mixteco ha sido clasificada en Alta, Baja y Costeña. Administrativamente el territorio Mixteco se encuentra dividido en 179 municipios, de los cuales 13 se ubican al oriente del estado de Guerrero, 10 en el estado de Puebla y 156 al oeste del estado de Oaxaca. Desde el punto de vista cultural, en su manifestación contemporánea, investigaciones recientes encuentran que el territorio ocupado por el pueblo mixteco de Oaxaca es cercano a los 18 759 kilómetros cuadrados.
La geografía de este territorio es bastante accidentada. Grandes sierras lo atraviesan transversalmente, dando origen a varias cadenas montañosas que se entrecruzan, provocando un relieve sumamente abrupto y con limitados valles; porcentualmente se calcula que el 85% del suelo mixteco está compuesto por lomeríos y pendientes mayores, y el resto por valles. Las sierras más conocidas son la de Nochixtlán y Peñoles, al este; la de Acatlán, en el Estado de Puebla, así como la de Coicoyán de las Flores, al oeste del estado de Oaxaca; en conjunto todas estas montañas reciben el nombre de Nudo Mixteco.

Actualmente se estima que la cuarta parte del territorio Mixteco sufre una erosión irreversible y otra quinta se encuentra en proceso de destrucción. Estudios recientes pronostican que en menos de treinta años la región podría ser una estepa árida, con vegetación desértica, en la cual subsistan sólo pequeños pueblos en los valles con riego, en medio de montañas con escasísimas áreas de temporal, lavadas por el aire y el viento.

A esta ecología en constante deterioro contribuye también la deficiente precipitación pluvial, la desigual distribución de la lluvia durante el ciclo productivo y la calidad calcárea de buena parte de los suelos, lo cual ha llevado a especialistas en la materia a afirmar que uno de sus rasgos comunes es la pobreza de nutrientes especialmente nitrógeno y fósforo, así como su alto contenido de calcio, carbonato y deficiencia en materia orgánica.

TENENCIA DE LA TIERRA

En Oaxaca, como en el territorio mixteco, la propiedad de la tierra muestra una tendencia marcada hacia la propiedad de carácter social. De los 9 millones 536 mil hectáreas que aproximadamente constituyen el Estado, 6 millones 240 mil 941 (el 65.45%) están bajo el régimen de propiedad comunal, repartidas en 702 núcleos agrarios; y 1 millón 702 mil 497 (el 17.85%) son ejidales, agrupadas en mil 461 núcleos agrarios, lo que nos dice que 83.30% del territorio estatal es de propiedad social.

Para el caso específico del territorio mixteco, si tomamos como referente los distritos con más población indígena encontraremos que de los 155 municipios concentrados en estos distritos, 139, el 89.26% de ellos tienen propiedad social. La tierra de estos municipios se divide en 288 núcleos agrarios, 53 ejidos y 235 comunidades agrarias. Lo anterior nos muestra que la identidad comunitaria es muy fuerte y más en relación con la tierra.

No obstante esta aseveración, es importante aclarar que la comunidad agraria es una forma de propiedad de la tierra que muchas veces no concuerda con la comunidad indígena, que es el núcleo de organización de la vida de los pueblos y más que a un espacio geográfico, se refiere a las relaciones socioculturales que sus integrantes tejen en ese espacio.

Una comunidad indígena se identifica no tanto por el régimen de tenencia de la tierra sino por sus relaciones políticas: sistema de cargos, asambleas, concejo de principales; económicas, a través del tequio por ejemplo; religiosas, como en las mayordomías; sociales, por los compadrazgos; culturales a través de la lengua, los mitos entre otras manifestaciones que los identifican como parte de un grupo.

Juntas, todas estas relaciones forman un entretejido que da identidad a las comunidades y las distingue unas de otras, aunque haya rasgos comunes que también las aglutine en regiones y aun como parte de los Ñuú-savi. Una comunidad indígena puede ser propietaria de tierras comunales pero también puede ser titular de ejidos y pequeña propiedad, sin que esto le quite su condición de comunidad indígena. Por otro lado, la comunidad agraria puede pertenecer a indígenas pero nada impide que sea propiedad de mestizos.

Algo que ambas, comunidad agraria y comunidad indígena, tienen en común es que su situación actual está marcada por la forma en que se dio su relación con los españoles durante la época de la colonia y la manera en que la región fue afectada por la reforma del grupo liberal durante en el siglo XIX, cuando el Estado Mexicano apenas estaba consolidando su independencia. Pero de eso se hablará más adelante.

TIERRA, IDENTIDAD Y CONFLICTOS TERRITORIALES

Los conflictos por la tierra que actualmente se dan dentro del territorio mixteco tienen que ver con el criterio con que se titularon las tierras en las comunidades indígenas. Durante el proceso de reconocimiento o confirmación y titulación de las tierras que las comunidades poseían, o las que les dotaba el Estado cuando carecían de ellas sólo se pensó en proveerlas de un patrimonio, pero nunca en reconocer un territorio sobre el cual los pueblos indígenas y sus comunidades desarrollaban su vida y ejercían poder, así como relaciones culturales propias.

La tierra el Ñu’u para los Mixtecos, como para muchos otros pueblos, no fue un objeto mercantil sino un elemento sagrado. En su concepción más genérica era concebida como una divinidad, la diosa madre de la que nacían los demás dioses vegetales y animales y de quienes dependía la vida de los hombres. La relación entre los pueblos Nuú y la tierra Ñu’u era casi un acto religioso. Se podía usar pero no disponer de ella, es más el mismo uso quedaba subordinado a la organización social.

Cuando los españoles llegaron a colonizar estas tierras hubo un choque entre esta concepción y la de los invasores, para quienes sólo se trataba de una mercancía más; sin embargo, a pesar de la influencia que las políticas de los colonizadores tuvieron sobre la relación pueblo-tierra, no fue tanta como para borrarla.

Muchos especialistas en la materia dan cuenta de que tal relación aún persiste. La tierra, escribió Guillermo Bonfil Batalla, no se concibe como una mercancía; es un recurso productivo indispensable, pero es más que eso: es un territorio común, que forma parte de la herencia cultural recibida. “Ahí, en ese espacio concreto se manifiestan en diversas formas las fuerzas superiores: ahí están las entidades favorables y las maléficas, a las que hay que propiciar, los sitios sagrados, los peligros, las referencias. La tierra es un ente vivo, que reacciona ante la conducta de los hombres; por eso, la relación con ella no es puramente mecánica sino que se establece simbólicamente a través de innumerables ritos y se expresa en mitos y leyendas.

Frecuentemente, la imagen que se tiene del mundo está organizada a partir de ese territorio propio, que ocupa el centro del universo. En los pueblos desplazados queda en la memoria colectiva el recuerdo del territorio primigenio y la aspiración de recuperarlo, aún cuando hoy se tengan otras tierras y se pueda ir viviendo.

Desde esa perspectiva, para los pueblos indígenas el territorio es el elemento fundamental dentro del cual se inscribe la identidad colectiva, no representa sólo una especial adaptación productiva, sino también una compleja relación simbólica. Parte del conjunto de representaciones colectivas que dan vida a las conciencias étnicas se refieren a los territorios propios como marcos físicos y simbólicos de la experiencia grupal. “La tierra es cultura en la medida en que ofrece un marco propicio para las relaciones productivas y simbólicas de la sociedad, incluso, ya que el territorio- es el resultado de la articulación entre la población y su espacio, puede llegar a ser movible si la población se desplaza.”

Lo anterior, que es válido para la generalidad de los pueblos indígenas de México, también lo es para el pueblo mixteco, que dentro de su concepción el pueblo Ñuú y la tierra el Ñu’u guardan una estrecha relación. De una forma general se puede afirmar que una sociedad es Ñu‘u solo en la medida en que guarda una relación cultural, histórica, simbólica con la tierra. Si no es así será Yoso, un espacio donde habitan pero sin ninguna relación que los una. Yoso es llano, un lugar deshabitado, aunque puede equiparse al nuú si se integra por See ñuu y se liga a elementos de identidad, como es el caso de San Pedro Yosotatu.

Muchos y de diversos tipos son los elementos que intervienen en la formación del Ñu’ú. En casi todo el territorio del pueblo mixteco existen lugares considerados sagrados por las comunidades que los habitan, o con algún sentido mítico o histórico. Es famosa la relación mítica que describe cómo los dioses hicieron brotar de la Cueva de Apoala el río Yutatnoho o Tutsa to ‘an, río sagrado que dio origen a los primeros linajes mixtecos, de donde surgieron los primeros mixtecos; pero no son los únicos, en casi todas las comunidades se pueden hallar cuevas o ríos con algún sentido mítico o sagrado. Otras hablan de cómo se fundaron los pueblos Ñuú, si se formaron por indígenas, Yoso si en ellos intervinieron agentes externos o no son originarios o te ‘e toho o de sucesos de historias locales que a través del tiempo tienen relevancia para la formación de las identidades locales.

También existen lugares que son sagrados porque en ellos existen deidades, como los Ntoso, especie de gigantes que crearon al hombre y todo lo que en el mundo existe, pero cuando vieron que aumentaban las necesidades del hombre y el mundo era muy pequeño levantaron el mar y crearon el Ñuu Tu’ u, pueblo viejo, donde se pudiera vivir. Pero el hombre se volvió ambicioso, descompuso al mundo y fue condenado a morir como vivía: entre basura.

Además los Ntoso, a la vez son bondadosos o malvados en varios lugares sobre todo de la Mixteca Baja; existe el Tavayuku, señor de los montes al que hay que rendir culto antes de aprovechar la tierra o sus recursos, porque si no puede castigar con enfermedades o algunos otros males. Son estos elementos los que configuran los territorios indígenas y los diferencian de las tierras, como propiedad y espacios para la vivienda y la producción. Nada de esto se tomó en cuanta ni por los españoles ni por la clase criolla que asumió el poder cuando el país dejó de ser colonia española y se convirtió en país independiente; de ahí, la causa de muchos de los conflictos territoriales, que más que el tramo de tierra, tienen un trasfondo que más tiene que ver con el arraigo a una creencia en particular.

LA LEGISLACIÓN Y LOS CONFLICTOS AGRARIOS

Otra causa importante de los actuales conflictos agrarios en el territorio mixteco guarda estrecha relación con el proceso de conversión de la tierra en propiedad, de tal manera que dejara de ser algo sagrado y se convirtiera en mercancía para la clase criolla que asumió el poder en el Estado al consumarse la Guerra de Independencia, la prioridad fue cómo desestructurar las posesiones comunales de la tierra, no proteger su existencia. Para comprobar lo anterior basta seguir la huella a sus primeras disposiciones legales sobre la materia.
El 31 de marzo de 1824, antes de que se decidiera la forma de gobierno del naciente Estado mexicano, el Congreso del Estado de Oaxaca aprobó un decreto prohibiendo que se siguieran otorgando fondos, que según las Leyes de Indias sólo podía entregarse a los indígenas, argumentando que en un sistema justo, equitativo y liberal no deberían existir distinciones entre indios y españoles. Tal medida debió generar múltiples inconformidades pues el 14 de enero de 1883 se anuló esa disposición por la misma vía.

La situación se mantuvo sin cambios hasta después que el gobierno federal promulgara la Ley Lerdo, el 25 de junio de 1856. Mucho se ha dicho que esta ley fue la que más arremetió contra las tierras que las comunidades tenían pero, como vemos, en realidad eso comenzó mucho antes, y esta sólo vino a poner orden en todo lo que ya se había avanzado.

En Oaxaca dicha ley y su reglamento se promulgaron siendo gobernador del Estado Benito Juárez, un indígena zapoteco que llegaría a ser Presidente de la República, pero sin tomar ninguna medida para hacerla efectiva durante su mandato, sino al contrario; como dicha disposición desconocía a las corporaciones para ser propietarias de tierras rústicas y entre las corporaciones se incluía a las comunidades, el gobernador impulsó una reforma a la Constitución Política del Estado con el fin de reconocer facultad a los ayuntamientos para administrar los bienes comunales y las casas de beneficencia de instrucción primaria.

El propio Lerdo de Tejada en agosto de ese mismo año ordenó a los gobernadores que para dar cumplimiento a la Ley, así como para evitar acciones que ocultaran la posesión comunal de ella o se realizaran fraudes para su adjudicación de manera ilegal, se elaborara inmediatamente una relación circunstanciada de las fincas que pertenecían a las corporaciones hasta la fecha de la publicación del mencionado decreto.

El 18 de noviembre de 1857, cuando Benito Juárez había dejado de gobernar Oaxaca, se publicó una circular del nuevo gobernador que prohibía a los jueces admitir en sus juzgados la representación por el común de los pueblos lo que es contra derecho, puesto que según la ley del 25 de junio de 1856, quedaron sin bienes raíces comunales. Un año después, el 24 de noviembre de 1858, el mismo gobernador publicaba una circular exigiendo un año de renta a las fincas desamortizadas. El 20 de octubre de 1859 se expidió un decreto gubernamental para que los terrenos y el ganado de las cofradías o de las comunidades aún no desamortizados se distribuyeran entre los vecinos del cada pueblo, de preferencia entre los que tuvieran familia que mantener y quienes más servicios hubieran prestado a sus pueblos y los sobrantes entre los solteros.

Es así como tuvieron su origen muchos conflictos agrarios en todo el país, y uno de ellos el de San Pedro Yosotato, que ya en un segundo capítulo publicado estaremos dando a conocer su desarrollo.

FUENTE:

Francisco López Bárcenas y Guadalupe Espinoza Sauceda

 

Amoltepec insiste en la violencia: Yucutindoo. (El Imparcial, Hannan Robles, p.web).

El pasado sábado cobraron la vida de otro campesino Texmelucan desea la paz, dice la Iglesia

AUTORIDADES DE Bienes Comunales de San Mateo Yucutindoo, Zapotitlán Sola de Vega, encabezadas por su presidente Félix Martínez Sánchez, llamaron a las autoridades gubernamentales a intervenir para poner fin a las actividades delictivas de sus vecinos de Amoltepec, que el pasado sábado cobraron la vida del campesino Gustavo Ojeda Ortiz.

Gentes de Amoltepec, señalaron, han tomado como bandera para sus actividades delictivas un conflicto agrario que se encuentra debidamente solucionando según sentencia del Tribunal Unitario Agrario, que confirmó una resolución presidencial de 1977.

Los habitantes de Amoltepec no han respetado un convenio pactado con San Mateo Yucutindoo en el sentido de que ambos pueblos no se agredirían ya que por el contrario se dedican a invadir tierras y a agredir a campesinos de esta última comunidad, provocando la muerte en los últimos meses de dos personas, una en mayo en el paraje San Antonio y la otra el pasado sábado.

Martínez Sánchez reveló que el domingo pasado la población de San Mateo Yucutindoo mostró su repudio a los actos de sus vecinos, pudiéndose presentar un enfrentamiento con resultados trágicos que se sumarían a los más de 60 muertos que provocó el conflicto agrario, que reiteró, ya se encuentra solucionado, pero que el Gobierno del Estado tiene como latente, de ahí que le corresponda responsabilidad de los hechos que se están suscitando.

Asimismo manifestó que a pesar de que la Secretaría de Protección Ciudadana (Seproci) se comprometió a prestar vigilancia no lo ha hecho lo que ha dado lugar a que se agudice la violencia por parte de Amoltepec, que también cultiva problemas con otras comunidades.

Las autoridades de Bienes Comunales llamaron al Gobierno del Estado a intervenir en este problema que puede desembocar en un enfrentamiento.

En Temexlucan desean la paz

Por su parte, el padre José Guadalupe Barragán, vocero del Arzobispado de Oaxaca, señaló que durante su peregrinar por el municipio de San Lorenzo Temexlucan, el Arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, conoció de voz de sus habitantes el deseo de que vuelva la paz después de la violencia que se ha vivido en esa zona.

A lo largo de la semana pasada el Chávez Botello recorrió las comunidades pertenecientes a la parroquia de Teojomulco perteneciente al Municipio de San Lorenzo Temexlucan, no siendo obstáculo para ello la lluvia que caía en la zona, ya que lejos de ahuyentar a las personas éstas se mostraron participativas.

“Pudimos palpar, dijo, el hartazgo de violencia, como la gente anhela, suspira, quiere, busca, pide la paz, ya se cansaron de tanta violencia”, manifestó.

 

Arrasan con Parque Nacional de Huatulco. (El Imparcial, Samuel Gómez, p.web)

Hay complicidad de particulares con autoridades municipales: PT

Al demandar la intervención del gobierno estatal y federal para detener la devastación del parque nacional de Huatulco, el diputado del Partido del Trabajo (PT), Mariano Santana, señaló que hay complicidad de particulares con autoridades municipales.

Indicó que por ahora se han hecho el desmonte de más de 2 hectáreas de esa reserva ecológica, en aras de la construcción de un hotel, no obstante que esos predios no pueden ser concesionados.

Mariano Santana dijo que el predio se ubica en el paraje Maguey, en donde se han iniciado los trabajos para la construcción de ese moderno espacio, el cual ha sido por las autoridades municipales, no obstante que se pone en riesgo los ecosistemas en la zona.

Estimó que esto resulta una incongruencia tomando en cuenta que se les expropió a los comuneros de Huatulco bajo el argumento de proteger esa reserva, pero hoy solo la comercializan, lo que es una grave afrenta no solo a los ecosistemas, sino a los verdaderos dueños de la tierra.

Por eso he solicitado la intervención de mis compañeros para que impulsemos la defensa de esta reserva ecológica, y se detenga este proyecto que está dañando severamente la región.

El legislador petista señaló que a este abuso también se suma la devastación de los Chimalapas, en donde las autoridades se niegan a intervenir, tomando en cuenta las constantes invasiones que han realizado diversos grupos armados de Guerrero, Chiapas, Veracruz, incluso de Michoacán y Guadalajara

 

SAN LUIS POTOSÍ

 

Deciden hoy futuro de minera Santa Fe. (A.M., Martha Martínez, p.web).

Analizan cooperativistas si venden en forma total o en partes, ante la deuda de $40 millones que enfrentan

Los 318 socios de la Cooperativa Minera Santa Fe se reúnen hoy para tomar una decisión definitiva del rumbo de la minera, ya que enfrentan una deuda por más de 40 millones de pesos.

Los cooperativistas durante una asamblea general deberán determinar si venden la mina en su totalidad o en partes.

Sólo existen tres opciones para que la cooperativa pague sus deudas: la venta total (para la que existen seis empresas interesadas), seguir solos con la deuda y con sus propios recursos sacar adelante el problema y evitan que pase a manos extranjeras, y la tercera opción es venderla en partes.

A las 2 de la tarde se reunirán en la planta de la cooperativa de Cata para que los miembros del Consejo de Administración y Vigilancia den a conocer las expectativas de la empresa, las soluciones viables y que los mineros decidan por una votación en la que absolutamente todos deberán de estar de acuerdo sobre las medidas que se tomarán.

“Información a la Asamblea General de socios sobre las propuestas recibidas referentes a la venta total, coinversión o asociación, o salir de la crisis económica por nuestros propios medios”, es el punto número VI de la orden del día de la reunión de hoy.

La minera debe 40 millones de pesos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con el que tienen más de 14 terrenos embargados, y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Según información de uno de los socios, la minera tiene un valor no menor a los 300 millones de pesos. Antes de agosto deberán pagar a la CFE los casi cinco millones de pesos que adeudan por el consumo de energía, de no hacerlo se les cortará definitivamente el servicio, lo que terminaría de ‘hundir’ la empresa.

Las mineras interesadas son El Rosario, que ofrece 7 millones 250 mil dólares; Ingeniero Mario Macías, que ofrece cinco millones de dólares de capital australiano; Minera Reina del Pacífico y Financiera Coofia, que cada una ofrece tres millones de dólares.

Las tres primeras ofrecen por la compra total de la cooperativa.

Existen otras dos empresas de capital canadiense que también se han interesado en la compra, pero se desconocen sus nombres.

La empresa Durango Gold, con capital asiático y estadounidense, aunque no hizo una propuesta formal ofreció 10 millones de dólares en coinversión y según información de su directora jurídica Hildeliza Zamora Chávez, la intención es apoyar a la cooperativa para salir adelante.

Anteriormente se convocó a una asamblea para el 19 de junio, que se canceló porque el 55 por ciento de los socios que realizaron la convocatoria no acreditaron su existencia como tal ante el Consejo de Administración y nunca fue enterado de la convocatoria publicada.

 

Cartones

 

 

Llamado a foxilandia · Magú

Magú

 

Cerdeza jurídica · El Fisgón

El Fisgón

 

Otro motivo para el 2 de julio · Rocha

Rocha

 

 

 Expectación Naranjo

 

 

 Chef Efrén

 

 

Alerta azul Helioflores

 

 


Para consultar fechas atrás >>>

Dirección General de Comunicación Social de la Procuraduría Agraria dgcs@pa.gob.mx