Domingo 10 de marzo de 2002


 Las notas que se reproducen a continuación
fueron tomadas de los siguientes diarios:
El Universal • Reforma • La Jornada
El Heraldo de México • El Sol de México
Revistas: Época • Impacto • Vértigo • Proceso


 

AUDITORÍA SUPERIOR DE LA FEDERACIÓN 

A FONDO, LA REVISIÓN DEL ÚLTIMO AÑO DE ZEDILLO.
Revista Época. Redacción, página 8, domingo 10 de marzo.

Las 174 revuisiones que practica la Auditoría Superior de la Federación a la Cuenta Pública de 2000 ... ver nota completa....


NUEVO AEROPUERTO EN TEXCOCO 

ATENCOS A MORIR.
Liliana Castillo Rivera. Revista Impacto, página 48, domingo 10 de marzo.

Con un amparo judicial bajo el brazo, los dirigentes campesinos de Atenco no transigen en su causa  ... ver nota completa....


CAMPECHE-QUINTANA ROO

INVIERTEN RECURSOS EN ‘TIERRA DE NADIE’.
Luis Armando Mendoza, Reforma, página 22, domingo 10 de marzo.

Tierra de nadie desde 1997 cuando inició el conflicto territorial entre Campeche y Quintana Roo ... ver nota completa....


DISTRITO FEDERAL 

ACUSAN A CARREFOUR DE CONSTRUIR ILEGALMENTE EN EL AJUSCO.
Christian Daza, El Heraldo de México, página 1-10, domingo 10 de marzo.

La empresa francesa “Carrefour” construyó ilegalmente su centro comercial del Ajusco ... ver nota completa....


DURANGO-ZACATECAS 

POSTULANTE AGRARIO OFRECE APOYO EN CASO BERNALEJO.
Mario Domínguez Quintero, El Sol de México, página 4-B, domingo 10 de marzo.

A don Baltasar Martínez, (postulante de Asuntos Agrarios), le dolieron las palabras de Rafael Candelas Salinas ... ver nota completa....


CONFLICTO AGARRIO ENTRE DURANGO Y ZACATECAS.
Nota Informativa. Revista Vértigo, página 54, domingo 10 de marzo.

Tepehuanos duranguenses avanzaron un kilómetro más en la invasión del ejido ... ver nota completa....


NAYARIT 

DESPOJO EN NAYARIT.
Palabra de Lector. Revista Proceso, página 82, domingo 10 de marzo.

En una carta dirigida a la revista, María Eugenia Arellano, de Estancia de los López, en Amatlán de Cañas, Nayarit, denuncia la actuación de los magistrados ... ver nota completa....


QUERÉTARO 

ACEPTAN VENDER SUS TIERRAS PARA NUEVO AEROPUERTO.
Juan José Arreola, El Universal, página 9-B, domingo 10 de marzo.

Después de casi diez meses de negociaciones, ejidatarios de los municipios de El Marqués y Colón, aceptaron vender sus tierras ... ver nota completa....


ORGANIZACIONES CAMPESINAS 

POR UN DESARROLLO INTEGRAL SUSTENTABLE: CON CAMPESINOS E INDÍGENAS.
Desplegado. La Jornada, página 42, domingo 10 de marzo.

En el Encuentro Nacional de Campesinos e Indígenas realizado el 5 de febrero del 2002 en Xochimilco... ver nota completa....


OPINIÓN 

LA LUCHA DE ATENCO.
Javier Sicilia. Proceso, página 58, domingo 10 de marzo.

La lucha que desde hace meses han emprendido los pobladores de Atenco contra la expropiación de sus tierras, donde se pretende construir el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, tiene un fondo que trasciende las típicas luchas entre partidos e intereses de poder ...  ver nota completa....




 

AUDITORÍA SUPERIOR DE LA FEDERACIÓN 

A FONDO, LA REVISIÓN DEL ÚLTIMO AÑO DE ZEDILLO.
Revista Época. Redacción, página 8, domingo 10 de marzo.

Las 174 revuisiones que practica la Auditoría Superior de la Federación a la Cuenta Pública de 2000, último año del doctor Ernesto Zedillo en la Presidencia de la República, se indaga a profundidad si sus principales colaboradores actuaron dentro de la ley y honestamente, tanto en el manejo de los fondos públicos como en las decisiones sobre obras y programas de altas inversiones..

Se cita, entre muchas otras dependencias e instituciones, al Registro Agrario Nacional, cuya auditoría contempla Egresos presupuestales para servicios personales, de su titular, en el 2000, Joaquín Contreras Cantú.


NUEVO AEROPUERTO EN TEXCOCO 

ATENCOS A MORIR.
Liliana Castillo Rivera. Revista Impacto, página 48, domingo 10 de marzo.

Con un amparo judicial bajo el brazo, los dirigentes campesinos de Atenco no transigen en su causa y el gobierno federal tampoco. Los primeros insisten que la defensa de sus tierras donde se quiere construir el aeropuerto se mantendrá hasta sus últimas consecuencias.

El segundo que Texcoco es el mejor lugar para ubicar el nuevo aeródromo. Y mientras tanto, ambas partes están a la espera de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), desahogue la controversia constitucional contra el decreto expropiatorio para la construcción del proyecto aéreo.


CAMPECHE-QUINTANA ROO

INVIERTEN RECURSOS EN ‘TIERRA DE NADIE’.
Luis Armando Mendoza, Reforma, página 22, domingo 10 de marzo.

Tierra de nadie desde 1997 cuando inició el conflicto territorial entre Campeche y Quintana Roo; en los 4 mil 810 kilómetros cuadrados que ocupa la franja en disputa, están ubicadas más de una veintena de comunidades rurales, cuyos habitantes -alrededor de 15 mil- no saben de dónde son.

Y por esa misma razón, desde hace cinco años, los pobladores de esas comunidades rurales -dedicados principalmente a la agricultura y ganadería- no saben a quién exigirle que los atienda, al Gobierno de Campeche o al de Quintana Roo.

Sin quererlo, desde el 12 de febrero de 1997, los habitantes de El Tesoro, Icaiché, Los Angeles, 21 de Mayo, Nuevo Veracruz, Josefa Ortiz de Domínguez, Felipe Angeles, Caña Brava, Justo Sierra Méndez, San Isidro Aguas Amargas, Bella Unión de Veracruz, Santa Rosa, 16 de Septiembre, Carlos A. Madrazo, Emiliano Zapata, Los Alacranes, Lázaro Cárdenas, Pioneros del Río, Manuel Crescencio Rejón, José María Morelos y Pavón, Arroyo Negro y Dos Lagunas, entre otras comunidades -la mayoría de ellos originarios de otras entidades del país- se vieron envueltos en un litigio que los despojó de su identidad y puso en duda su gentilicio.

Ese día, el Gobierno de Quintana Roo presentó una demanda de controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para solicitar que esa máxima instancia judicial del país declare que la franja en conflicto pertenece al imperium y dominium de Quintana Roo y la nulidad del acuerdo presidencial del 15 de mayo de 1940, así como del decreto que crea el municipio de Calakmul.

El entonces Gobernador Mario Villanueva presentó, junto con los titulares de los Poderes Legislativo y Judicial del Estado de Quintana Roo, la demanda, e inició el proceso legal que el pasado 12 de este mes cumplió ya cinco años y aún no concluye.

La demanda -que quedó asentada bajo el expediente número 9/97- fue signada por el presidente de la Gran Comisión de la entonces Octava Legislatura de Quintana Roo y por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de esa entidad, Carlos Cardín Pérez y Joaquín González Castro, respectivamente.

Enfrascados en demostrar que esa franja territorial les pertenece, los Gobiernos de Campeche y Quintana Roo han aportado, cada uno a su favor, pruebas documentales geográficas, históricas, políticas y hasta étnicas.

Y mientras tanto, como señal de que ninguno renunciará a ese territorio, en las comunidades de esa zona pueden verse anuncios de obras de los Gobiernos de ambas entidades.

En las comunidades de esa zona el Gobierno de Campeche ha ejercido en los últimos cinco años una inversión de más de 40 millones de pesos en la ejecución de obras como la pavimentación de calles, la edificación de escuelas, la construcción de caminos rurales y de pisos para vivienda, así como la introducción de agua potable y alcantarillado y de telefonía satelital y la dotación de plantas de energía solar, según la Secretaría de Obras Públicas y Comunicaciones.

En tanto, el edil de Othón P. Blanco, de Quintana Roo, Moisés Pacheco, señaló que sólo en dos años se han invertido en las comunidades en litigio unos 100 millones de pesos, con recursos municipales y estatales, así como con apoyos federales.

"Es difícil dar un cálculo de lo que se ha invertido en la zona limítrofe con Campeche, desde que inició la controversia constitucional. Pero en los dos últimos años, de manera coordinada, se han invertido 100 millones de pesos.

El origen del conflicto

El conflicto limítrofe con Quintana Roo surgió el Congreso de Campeche decretó el 31 de diciembre de 1996, a iniciativa del entonces Gobernador Jorge Salomón Azar García, la creación del municipio de Calakmul y el ahora ex Mandatario estatal Mario Villanueva Madrid, se inconformó porque argumentó que una franja territorial incluida en el nuevo municipio pertenecía a su entidad.

La pugna se agravó debido a diferencias entre los entonces Mandatarios Azar García y Villanueva Madrid, por supuestos intereses en la explotación de la riqueza forestal de esa zona en donde se registra el mayor contrabando de madera. Incluso, se asegura que debido a las condiciones selváticas en esa zona existen pistas clandestinas y es constante el aterrizaje de avionetas cargadas con droga.

El fin de la gestión de Azar García y el inicio del mandato de González Curi abrió la posibilidad de un arreglo amistoso entre ambas entidades, pero un incidente ocurrido el 9 de enero de 1999 acabó de enredar el conflicto y los Gobiernos de Campeche y Quintana Roo decidieron dejar su resolución en manos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Confía en ganar Campeche

La directora de la Unidad Jurídica del Gobierno del Estado de Campeche, Margarita Alfaro Waring, reveló que la controversia constitucional promovida por el Gobierno de Quintana Roo durante la administración de Mario Villanueva Madrid, se encuentra ya en su etapa de sentencia, y externó su confianza de que luego de valorar las pruebas que aportó la SCJN fallará a favor de Campeche.

"Esperamos que tras la valoración de las pruebas que han sido aportadas por el Gobierno del estado, el fallo sea favorable para nosotros", señaló luego de asegurar que hay argumentos de mucho peso histórico, político, social, étnico, geográfico y territorial a favor de Campeche.


DISTRITO FEDERAL 

ACUSAN A CARREFOUR DE CONSTRUIR ILEGALMENTE EN EL AJUSCO.
Christian Daza, El Heraldo de México, página 1-10, domingo 10 de marzo.

La empresa francesa “Carrefour” construyó ilegalmente su centro comercial del Ajusco, al sur del Distrito Federal, en un espacio que no le correspondía, pues utilizó un predio situado a un kilómetro y medio del que adquirió, según acusan quienes se presentan como propietarios del terreno.

Luis Butrón, uno de los acusadores, quien dice ser copropietario del predio, declaró que el centro comercial, localizado en el número 120 de la carretera Picacho-Ajusco, nunca debió de edificarse ahí, pues aparentemente había adquirido un terreno situado en Fuentes Brotantes, en la colonia Miguel Hidalgo, distante a kilómetro y medio.


DURANGO-ZACATECAS 

POSTULANTE AGRARIO OFRECE APOYO EN CASO BERNALEJO.
Mario Domínguez Quintero, El Sol de México, página 4-B, domingo 10 de marzo.

A don Baltasar Martínez, (postulante de Asuntos Agrarios), le dolieron las palabras de Rafael Candelas Salinas, de que nadie quiere entrarle al asunto de Bernalejo, y con lagrimas en los ojos, le pidió al coordinador jurídico que le envíe a su equipo para defender una faja de 55 mil hectáreas, porque no se trata sólo del terreno que ahorita quieren los tepehuanos.


CONFLICTO AGARRIO ENTRE DURANGO Y ZACATECAS.
Nota Informativa. Revista Vértigo, página 54, domingo 10 de marzo.

Tepehuanos duranguenses avanzaron un kilómetro más en la invasión del ejido zacatecano de Bernalejo de la Sierra, en el municipio de Valparaíso, donde indígenas y ejidatarios se disputan cinco mil 465 hectáreas en la zona limítrofe entre Durango y Zacatecas.


NAYARIT 

DESPOJO EN NAYARIT.
Palabra de Lector. Revista Proceso, página 82, domingo 10 de marzo.

En una carta dirigida a la revista, María Eugenia Arellano, de Estancia de los López, en Amatlán de Cañas, Nayarit, denuncia la actuación de los magistrados del Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Cuarto Circuito (de reciente apertura), con sede en la ciudad de Tepic, Nayarit, los licenciados Víctor Jáuregui Quintero (presidente), José de Jesús López Arias (ponente en el caso que nos ocupa) y Juan Bonilla Pizarro, en contra del campesino J. Félix Curiel Rivera, a quien injustamente le fue despojada su parcela de aproximadamente 13 hectáreas, por una decisión de esos magistrados.


QUERÉTARO 

ACEPTAN VENDER SUS TIERRAS PARA NUEVO AEROPUERTO.
Juan José Arreola, El Universal, página 9-B, domingo 10 de marzo.

Después de casi diez meses de negociaciones, ejidatarios de los municipios de El Marqués y Colón, aceptaron vender sus tierras al gobierno del estado para la construcción del nuevo aeropuerto internacional de Querétaro.

Según el convenio, el precio establecido fue de 100 pesos el metro de tierras de temporal y 125 las de riego, lo que significó más del doble de lo que inicialmente había propuesto el gobierno estatal. La construcción se iniciará una vez que se publique el decreto expropiatorio, previéndose una inversión inicial de 70 millones de dólares.


ORGANIZACIONES CAMPESINAS 

POR UN DESARROLLO INTEGRAL SUSTENTABLE: CON CAMPESINOS E INDÍGENAS.
Desplegado. La Jornada, página 42, domingo 10 de marzo.

En el Encuentro Nacional de Campesinos e Indígenas realizado el 5 de febrero del 2002 en Xochimilco, entre ROSARIO ROBLES BERLANGA y los dirigentes nacionales y regionales de las organizaciones presentes, suscribimos los siguientes COMPROMISOS:

5.- Impulsar una agenda común que contenga lo siguiente:

El desplegado es firmado, entre otros, por José Durán Vera y Rosendo Alonso Hernández, Coordinador Nacional y Secretario general, respectivamente de la UCD; Álvaro López Ríos, Secretario General de la UNTA, y Alberto Gómez Flores, de la UNORCA.


OPINIÓN 

LA LUCHA DE ATENCO.
Javier Sicilia. Proceso, página 58, domingo 10 de marzo.

La lucha que desde hace meses han emprendido los pobladores de Atenco contra la expropiación de sus tierras, donde se pretende construir el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, tiene un fondo que trasciende las típicas luchas entre partidos e intereses de poder. Su lucha —semejante a la que hace varios años sostuvieron los habitantes de Tepoztlán contra la construcción de un club de golf, a la que sostiene la resistencia zapatista en Chiapas a favor de los Acuerdos de San Andrés, a la que mantuvieron los pobladores de Ocotepec, Morelos, contra la construcción de la tienda comercial La Soriana o a la que, en Cuernavaca, sostenemos intelectuales, artistas, ecologistas y locatarios del mercado municipal para evitar la destrucción del Casino de la Selva, en donde la empresa comercial Costco, en complicidad con las autoridades del gobierno de Morelos, de Bellas Artes y de Conaculta, pretende edificar una megatienda— es la lucha entre dos culturas: la de la vida común o, para usar un término caro a Iván Illich, la vida de los commons, y la de una cultura dominada por el empleo y el poder de las máquinas.

El término inglés commons —Gemeinheit, en Alemán; communaux, en francés; gli usi civici, en italiano; iriai, en japonés— es, de alguna forma, equivalente a ciertas partes de la vida ejidal de Atenco o del régimen comunal del estado de Morelos. Los commons son, en este sentido, esas partes de los alrededores con respecto a las cuales —dice Illich— el derecho de las costumbres (impone) formas particulares de derechos comunitarios. Se trata, para los lugareños, de esas partes de los alrededores que no les pertenecen, pero sobre las cuales tienen un derecho de uso reconocido, no para producir bienes materiales, sino para asegurar la subsistencia de sus familias y la convivencia de la vida de sus pobladores. Este derecho humaniza los alrededores y reglamenta —no de manera escrita sino por los tan vilipendiados usos y costumbres— el derecho de paso, de pastura para los animales, de recoger leña, de plantar para la subsistencia y de comerciar localmente.

Cuando uno ha estado en esos ámbitos de comunidad se da cuenta de que la vida humana adquiere ahí, con sus problemas inherentes a cualquier relación humana, una intensa solidaridad que es ajena a la vida de las urbes y de la sociedad económica y técnica. En esos sitios, que son pueblos, las calles constituyen verdaderos lugares de encuentro y de reunión; algunos habitantes, sentados sobre las orillas de las calles venden verdura o leña, colocan sus anafres, donde venden quesadillas, gorditas, aguas frescas; otros sacan sus sillas y se sientan a beber café o tequila; allá, otros pobladores se reúnen para vender un burro o una vaca; más lejos, alguien conduce un ato de asnos cargados y los niños juegan en los arroyos, o en los campos. La gente utiliza sus pies, algunos otros sus bicicletas o sus caballos para ir de un sitio a otro, y los que están en el campo trabajan con sus yuntas y sus machetes.

Sitios como los ejidos o las tierras comunales están construidos para la gente; las calles son el resultado mismo de sus habitantes que viven en ellos y los hacen habitables. Las viviendas y los estanquillos que hay a la orilla de las calles no son casas privadas en el sentido moderno del término, sino, vuelvo a Illich, el umbral que separa todavía dos espacios del vivir, uno íntimo, otro compartido.

Esa es, palabras más, palabras menos, la vida de los pobladores de Atenco, una vida que, heredada de sus ancestros, no quieren sacrificar en aras de un mundo que no desean. La expropiación de sus tierras no sólo significará el despojo de una memoria y la destrucción de sus raíces, sino la expansión de una modernidad que rompe el común: las calles dejarán de ser sitios para los humanos y se convertirán en lugares para los automóviles, los taxis, los camiones, las rutas, los aviones. Las personas sólo serán toleradas en ellas si se dirigen hacia el aeropuerto o hacia una estación de autobús; los campos y su producción agrícola se transformarán en asfalto y en tiendas de servicio. En síntesis, Atenco será degradado de un sitio comunitario a un simple recurso para la circulación de vehículos, el despegue y el aterrizaje de aviones y el consumo improductivo.

Se me podrá objetar que los pobladores de Atenco, además de ganar con la expropiación dinero, tendrán fuentes de empleo bien remuneradas y los que no quieran podrán emigrar a sitios que se parezcan al suyo.

Sin embargo, ése no es el punto fundamental, sino la destrucción de una riqueza que no se mide en términos de economía ni de eficiencia, sino de calidad de vida humana. Hasta el momento, fuera de la protesta de los pobladores de Atenco que defienden sus formas de vida comunitaria contra el despojo de la eficiencia técnica y del progreso, los críticos a la instalación del aeropuerto en esa zona están denunciando la apropiación de los recursos de Atenco por asuntos de interés económico privado y del poder neoliberal. Su crítica se plantea así en términos del uso privado de esos recursos y no, como lo plantean los pobladores de Atenco —que es el problema de fondo— como la extinción de los ámbitos de comunidad. Con ello, quienes apoyan a los pobladores de Atenco con una equivocada crítica anticapitalista, lejos de ayudar a la lucha de sus pobladores, refuerzan la legitimidad de la transformación que quiere hacer el gobierno de los commons en recursos. Para estos críticos, el asunto no es la defensa de los ámbitos de comunidad, sino, desde otra óptica, los beneficios económicos de los pobladores.

La expropiación de esas tierras y la instalación de un aeropuerto en ellas niega a sus pobladores su derecho al género de vida que hace depender la economía moral de la subsistencia y los somete al despojo y a la miseria.

Hace años, durante el gobierno de Luis Echeverría, me instalé con una comunidad jesuítica y unos amigos a vivir en las zonas suburbanas que entonces se llamaban colonia Ajusco, cerca de donde ahora se asienta el parque de las Guayamilpas, al sur de la ciudad. Ese sitio, de lava volcánica, era una zona de invasión: había acogido a varios pobladores de diversas regiones pueblerinas que el desarrollo industrial despojó de sus commons. La primera generación rehizo, de alguna forma, sus formas de vida pueblerina: trazaron sus calles; había vacas, puercos, estanquillos, mercaditos, etcétera.

Con la presión del gobierno de Echeverría para urbanizar el lugar y de los grupos de izquierda que habían sentado ahí sus reales y querían beneficios económicos para sus pobladores, el tejido social se fue desgarrando: el commons se fracturó, los pobladores terminaron en las calles de la ciudad viviendo del subempleo, y los jóvenes, a falta de una identidad —ya no pertenecían al mundo pueblerino de sus padres, tampoco al mundo obrero y burgués de las urbes—, se convirtieron en un híbrido que se movía en el robo, el alcohol, las drogas, la promiscuidad, el pandillerismo y el resentimiento.

Hoy, esa zona se ha vuelto un barrio moderno. Sus primeros pobladores se han dispersado en los cinturones de miseria de la ciudad y su descendencia, con toda seguridad, formará parte de las hordas de despojados que pululan por la Ciudad de México.

La vida de los pobladores de Atenco corre el peligro de convertirse en lo que alguna vez fue la vida de la colonia Ajusco: un paso de tránsito entre el commons al horror de la barbarie urbana.

Tal transformación de los ámbitos de comunidad en recursos productivos para las exigencias modernas constituye una de las formas más terriblemente degradantes que puede sufrir una comunidad humana hoy. Esta degradación, como lo han mostrado Illich, Polany y Ellul, tiene una larga historia que coincide con la del capitalismo y los economistas burgueses, al cual pertenecía también Marx, aunque no es sólo imputable a ese proceso. Por desgracia, hasta la lucha zapatista, la importancia de esta transformación ha sido despreciada por la ecología política y la mayor parte de la izquierda. Es necesario que se reconozca si se quiere salvar la lucha y las formas de vida de los pobladores de Atenco y hacer que el proyecto de la construcción del nuevo aeropuerto se realice en zonas que no pertenecen a ningún commons.

Defender los ámbitos de comunidad y limitar la avalancha de la sociedad técnica y económica para que tenga su propio ámbito constituye una tarea pública fundamental para la vida social y plural de la década del 2000.

Además, opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos y evitar que Costco se construya en el Casino de la Selva.



   fechas atras... Dirección General de Comunicación Social de la Procuraduría Agraria dgcs@pa.gob.mx