Dirección General de Comunicación Social
Comunicado de Prensa No. PA/059
México, D. F., a 28 de agosto de 2008

 

EXHORTA EL PROCURADOR AGRARIO A LIQUIDAR IDEOLOGÍAS E INTERESES CONTRARIOS AL DESARROLLO RURAL

 
  • Vivimos momentos de transformación rural que potencian nuevos negocios para la tierra social, dijo el procurador Rocendo González Patiño
  • Dos mil 900 ejidos ya están incorporados al programa de Fomento a la Inversión Pública y Privada en la Propiedad Rural (FIPP)
  • Participó en la Asamblea Nacional de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícola que celebra su XXX aniversario

 

Al señalar que el campo mexicano atraviesa por una circunstancia histórica que establece las condiciones para potenciar la productividad de la tierra social y mejorar las condiciones de vida de millones de campesinos, el procurador agrario, Rocendo González Patiño, exhortó a liquidar las ideologías e intereses contrarios al desarrollo rural.

Dijo que el Gobierno de la República emprende una vigorosa política para fortalecer financiera y económicamente esa productividad, mediante prosupuestos elevados y fomento de toda clase de inversiones privadas en la propiedad  rural.

Y es en ese escenario que la Procuraduría Agraria impulsa programas que potenciarán la defensa de los campesinos para revalorar sus propiedades y sacarles un mejor partido.

Así lo expuso al participar en la Asamblea Nacional de la Unión de Trabajadores Agrícolas (UNTA) que celebran su XXX aniversario, en donde expuso que hoy, los campesinos, en su calidad de propietarios, tienen la posibilidad de decidir su asociación con capitales externos al ejido y a la comunidad, para impulsar la producción.

A la fecha ya son dos mil 900 los ejidos incorporados al nuevo esquema de inversión pública y privada en la propiedad rural, que permitirá el desarrollo de nuevos negocios en la tierra ejidal que concentra por una parte, una gran riqueza natural y, por otra, una ubicación que la hace viable de participar en proyectos urbanos de gran magnitud.

Ante cientos de campesinos de todo el país, el Procurador Agrario expuso algunos de los hechos que configuran la realidad de una nueva situación agraria nacional.

  • México tiene una tierra jurídicamente segura, repartida, certificada y entregada con documentos registrados a ejidatarios, comuneros y a pequeños propietarios.
  • Nuestras leyes agrarias disponen de nuevos elementos para darle a la tierra usos productivos según el interés del dueño y de acuerdo con la vocación que tenga la propiedad. Hecho que deriva de la modificación al artículo 27 de la Constitución.
  • El gobierno de la República emprende una vigorosa política para fortalecer financiera y económicamente la productividad destinando elevados presupuestos y fomentando toda clase de inversiones privadas en la propiedad rural.
  • Asistimos al despertar campesino y cada día son más los dueños de tierras que saben que en ellas disponen de un recurso muy valioso que garantiza su seguridad y la de sus descendientes, y que están dispuestos a la asociación con capitales externos al ejido, a la comunidad, para impulsar la producción.
  • Existe un interés preliminar de parte de los inversionistas para meterle dinero a los proyectos de origen ejidal y comunitario. Saben que la riqueza nacional reside en el campo, los bosques, el agua, los litorales, el crecimiento urbano, inmobiliario y de servicios.

 

Son elementos que reflejan la transformación rural que se vive en México, a la cual se suman también la reconversión de la Secretaría de la Reforma Agraria; el proceso de actualización de la Ley Agraria que está en manos de los legisladores; la integración de un catastro nacional y el surgimiento de nuevos programas que potencian la defensa de los campesinos en este nuevo escenario, dijo González Patiño.

Por ello, insistió en su convocatoria a todos los campesinos del país, para aprovechar esta oportunidad valiosa e histórica para que el campo resurja de esa postración largamente mantenida por cosechas de subsistencia, por la ociosidad de la tierra agrícola, por el caciquismo, por la corrupción y por el manipuleo electorero de la voluntad campesina.

 

 

 

 

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