Dirección General de Comunicación Social

Comunicado de Prensa No. PA/067

Contepec, Mich., a 21 de noviembre de 2007.

 

LA JUSTICIA AGRARIA ES UNA DEUDA ENORME CON LOS CAMPESINOS DE MÉXICO: AEP

 

  • El Secretario de la Reforma Agraria inauguró la Primera Reunión Nacional de Delegados de la Procuraduría Agraria
  • El Procurador Agrario propone una nueva visión para transformar el agro nacional

 

El secretario de la Reforma Agraria, Agr. Abelardo Escobar Prieto, pide que cubramos la deuda de justicia que se tiene con los campesinos de México, quienes ya recibieron la tierra pero siguen en espera de un desarrollo social justo.

Al inaugurar la Primera Reunión Nacional de Delegados de la Procuraduría Agraria, dijo que “es indispensable que el país tenga en la Procuraduría una institución con credibilidad plena, con servidores públicos confiables, con garantía de honestidad para el desempeño de sus funciones”.

“Esto debe ser una meta propia –agregó-. Para lograrlo no hay que perder el rumbo ni ceder a las tentaciones de la circunstancia política, porque la confianza y la credibilidad de los sujetos agrarios en su Institución, sólo podrá recuperarse sobre la base de una actuación imparcial permanente”.

Exhortó a tener muy presentes los sueños de Emiliano Zapata y ser los servidores públicos del Sector Agrario los que los conviertan en realidad, llevando justicia al campo.

Zapata –dijo- hablaba de tierra y libertad. Ya la tienen, pero la justicia es una deuda que tenemos con los campesinos de México y debemos asumir ese compromiso para que no lleguemos al Centenario de la Revolución armada con esa deuda enorme.

El Titular de la SRA reconoció los grandes avances que la Procuraduría Agraria ha tenido en el último año, como resultado de una estrategia de reencauzamiento de la institución a lo que es la esencia de su origen.

“Estoy convencido de que si mantenemos el paso, muy pronto los ejidos y comunidades comenzarán a sentir que la Procuraduría Agraria es una institución de ellos, que los representa con transparencia y estricto apego a la ley, pero sobre todo con un gran sentido humanista”.

Asimismo, advirtió que los retos hacia delante no son menores y que el Sector Agrario tiene que consolidar la certeza jurídica en la tenencia de la tierra a través de la atención de los conflictos agrarios, tarea que cuenta con una relación estrecha y apoyo absoluto de los tribunales agrarios “para responder a la responsabilidad que ambas instituciones tenemos con el campo de México”.

Previamente, el procurador agrario, Rocendo González Patiño, dijo que se ha dado un golpe de timón al rumbo de la Procuraduría Agraria y que tras 14 años de intenso trabajo sectorial de certificar la tierra social, “retornamos al origen mismo de la Institución que fue creada para caminar junto con los campesinos, auxiliarlos en sus problemas de organización, capacitarlos, representarlos legalmente y dar cumplimiento así a la justicia agraria nacional”.

Dio cuenta de que en este primer año se renovó el equipo de trabajo con más de 250 cambios que permiten un mejor y más rápido entendimiento en la materia que compete a la Procuraduría. “Somos un equipo conocedor, experimentado y joven en su inmensa mayoría; buscamos sumar como requisitos “sine que non”, la honestidad personal, la disciplina diaria, la entrega a la causa campesina que equivale a decir, la causa de combatir la pobreza extrema en el país que “hemos decidido combatirla desde una visión diferente del campo, una visión que deriva, paradójicamente, no de la debilidad sino de la fortaleza del agro; no de las penas que someten al campesinado, sino de la fuerza que ellos mismos tienen para aliviar sus necesidades”.

Nuestro sueño, agregó, es que “México sea más fuerte; que ofrezca oportunidades para que cada mexicano, cada familia, vivan decorosamente con casa, vestido y sustento; educación, y un conjunto de valores humanos que armonicen su convivencia”.
 
Y exhortó a la estructura de Delegados de la Procuraduría “hacer nuestra la convocatoria al liderazgo hecha por el presidente Felipe Calderón que nos invita a soñar con fuerza, a creer en lo que soñamos, a ser congruentes entre lo que soñamos, decimos y hacemos y, sobre todo, a creer firmemente en México, a transformarlo con audacia, con fuerza y a ser capaces de responder y de rebasar los límites de lo humanamente esperable”.

 


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